

CAMPAÑA DE CONCIENCIACION SOBRE LA VIOLENCIA ESCOLAR
La violencia escolar ocupa también y cada vez más las primeras páginas y los titulares de los diarios. ¿Hasta qué punto los medios de comunicación reflejan la realidad escolar o magnifican los casos de violencia y ésta se convierte en una construcción mediática?
La forma en la que estas noticias aparecen en muchas ocasiones y son comentadas invita a pensar que más que hablar de las situaciones conflictivas, a través de estas informaciones y opiniones puede estar surgiendo un fenómeno social que clasifique una nueva generación, la que está hoy en las aula.. En numerosas ocasiones se culpabiliza a la cultura audiovisual y su enseñanza informal, al desempleo juvenil, al entorno social en el que crecen, a la crisis social y económica y a los equipos de docentes, a la pérdida de autoridad de los padres y el aumento de la edad de escolarización obligatoria.. Aunque todas las teorías psicológicas ofrecen interesantes aspectos del fenómeno, su concepción queda incompleta si no se toma en cuenta el entorno y la problemática social que envuelven al fenómeno en sí.
Esto quiere decir que es importante tener en cuenta el papel de la familia y la importancia de aspectos tales como la relación emocional del niño con sus padres, los modelos paternos y maternos de disciplina, las relaciones mutuas entre los cónyuges, etc.
Los actos violentos están sujetos a un gran sistema de relaciones interpersonales donde las emociones, los sentimientos y los aspectos cognitivos están presentes y configuran parte del ámbito educativo. Asimismo están ligados a las situaciones familiares de cada alumno/alumna y al ámbito social de la escuela.
El problema comienza cuando se aborda la resolución del conflicto a través del ejercicio de la autoridad, del castigo, etc. provocando un clima de tensión en el aula que el profesorado no sabe resolver, y queda la cuestión sumergida en el currículo oculto de las relaciones interpersonales y en el clima del centro que lo sustenta.
“Es necesario valorar y distinguir el problema de la victimización entre iguales de las malas relaciones entre escolares, aunque ambos cursen con algunas características semejantes. Las malas relaciones son un problema más generalizado pero menos intenso. Cuestiones como la indisciplina o el mal comportamiento, son fenómenos perturbadores que alteran la buena marcha de la vida escolar, pero que no deberíamos considerar verdaderos problemas de violencia”.
DAIANA OJEDA, MICAELA SANCHEZ, SOFIA AMITRANO Y MARINA AMITRANO